martes, 11 de junio de 2013

Momento de contemplación

Cataratas de Iguazú

Hay maravillas naturales en el mundo que merecen poemas y más.
Estuve hace un mes en Iguazú, tomé esta foto y me hice pequeña luego de ver tanta belleza y poder por parte de la naturaleza.

Me dije a mí misma, nos creemos dueños del mundo, pero apenas dueños de nosotros mismos. Fui poseída un instante por aquellas aguas que caían con toda su fuerza, de manera salvaje y quise explicar lo que veía en las redes sociales, pero no sabía cómo.

Finalmente, salí del encanto y leí este poema:




Maravilla Natural:
Garganta del diablo

Permite que tu alma sea saciada
con la belleza impar de este paisaje
que aunque el mundo recorras en tus viajes
nunca podrás hallar, como esto, nada.

El bien y el mal dinámico y cambiante
encontrarás aquí desde su nombre,
lleva en tu humilde corazón de hombre, 
un mensaje verídico y constante.

Medita y siente la emoción profunda
contemplando el vibrante paroxismo
que de brumas eternas se circunda.

Y no intentes describirlo con tu voz
solo inclina la frente ante este abismo
que es el espejo de la palabra de Dios.

Alfonso Recciutto
- Al pie de las Cataratas de Iguazú 


Y esta fue la respuesta a mis pensamientos, valga repetir:



"Y no intentes describirlo con tu voz


solo inclina la frente ante este abismo


que es el espejo de la palabra Dios"


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